Así como todos los órganos y tejidos del cuerpo, los pulmones también reciben sangre proveniente del corazón a través de algunas arterias.

Cuando existen ciertos factores de riesgo, se pueden formar coágulos en la sangre, los cuales viajan generalmente desde las venas de las piernas hacia las arterias de los pulmones, alojándose en éste sitio, lo cual impide que la sangre siga fluyendo de forma normal.

Esto puede causar diversas molestias y hallazgos inespecíficos, tanto respiratorios como del corazón, y la gravedad de los mismo es muy variable dependiendo del tamaño del coágulo, por lo que deben hacerse estudios especiales para su diagnóstico.

Se trata de una enfermedad completamente tratable y curable si se diagnostica a tiempo y se inicia el tratamiento adecuado.